En niños pequeños suele haber una aceptación de la enfermedad y las limitaciones que impone, aunque rápidamente aparecen signos de rechazo y rebeldía, sobre todo con las comidas o las inyecciones insulina.
En niños mayores y adolescentes puede aparecer esta rebeldía relacionada con los horarios y comidas no controladas, etc.
Durante la adolescencia la rebeldía propia de esta edad se puede decantar por actitudes de ocultación de la enfermedad, probar “límites”, dejar de ponerse insulina, etc.
En adolescentes más mayores que han recibido una Educación en Autocuidado adecuada la adaptación a la enfermedad suele ser positiva.
Reacción del niño ante la aparición de la enfermedad
Publicado por
Elena Palacios
on miércoles, 7 de abril de 2010
2 comentarios:
Niñaaaaaa, lo vas a escribir todo hoy ¡¡¡
estoy inspiradaa!!! jeje
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