Los avances técnicos y la mejoría de los resultados han llevado, en los últimos años, a un mayor interés en el tratamiento mediante bombas de infusión continua de insulina en los niños y adolescentes. En Suecia este tipo de terapia se administra al 12-15 % de la población pediátrica con diabetes. Además de las indicaciones puramente médicas, la mejoría de la calidad de vida es también un aspecto muy importante a tener en cuenta cuando se plantee este tipo de terapia.
El éxito de la terapia con bombas va a depender de muchos factores, entre ellos, de poder contar con Unidades de Diabetes Pediátricas expertas en esta modalidad de tratamiento, disponibles las 24 h del día con programas adecuados de formación y reciclaje, así como motivación de los pacientes. En las fases iniciales es imprescindible una buena formación de los educadores en diabetes para poder educar y motivar a los pacientes.
Se utiliza un análogo de insulina de acción rápida, una infusión basal que cubre la noche y períodos prepandriales, y bolos para cubrir picos pospandriales calculados según cada comida y merienda. Usualmente se administra en glúteos o abdomen.
Entre sus ventajas se destacan:
- No existen limitaciones por la edad.
- La administración es fácil, con disminución del número de pinchazos e inserción no dolorosa de la cánula.
- Permite la administración de dosis muy pequeñas.
- Mejora el control metabólico disminuyendo las oscilaciones glucémicas.
- Reduce la frecuencia de hipoglucemias e hipoglucemias sin aviso.
- Mayor facilidad para ajustar insulina según ingesta de carbohidratos.
- Mayor flexibilidad.
Entre sus desventajas se encuentran las siguientes:
- Incidencia controvertida de complicaciones agudas.
- Olvido de bolos.
- Obstrucción de la cánula por sangre o doblamientos.
- Salida de la aguja de la zona de punción.
- Relaciones sexuales.
- Alteraciones de la imagen corporal, sobre todo en chicas.
- Dificultades tecnológicas.
- Sistema altamente costoso.
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